En verdes colinas, brillantes, sin fin
desperté deleitado y estabas ahí
colorido era el mundo, tu semblante era gris.
Maravillas en el horizonte señalé contento
el campo infinto a nosotros abierto
mas el brillo en tus ojos siguió apagado
sentí tu dolor y me eché a tu lado.
No soñé con quien eras sino a quien amé
a ella la extraño aunque a vos también,
Ahora del sueño despierto quiero más,
voy a hacerte sonreir, sólo tengo que soñar.
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